38 años siendo felizmente imperfecta.
38 con dos niños que me alegran las mañanas, que me hacen sonreir como por arte de magia.
38 con un hombre que me acelera el corazón, que tiene la capacidad de caminar conmigo de la mano, sacar lo mejor de mi, reírse a carcajadas por cualquier pendejada y pararme en seco cuando me pongo tarada.
38 con una familia maravillosa, que me hace regresar a Lima siempre para recordarme que mi centro está allá.
38 años con pocos amigos pero únicos, tan bellos que no quiero mas.
38 profesionalmente realizada con ganas de hacer mucho más y sin dejar que nada ni nadie me lo impida.
38 años aprendiendo que los momentos cuentan, que la gente buena se queda y que los demás se van.
38 sabiendo más que nunca que no existe nada mejor que la sinceridad conmigo misma, la honestidad aunque incomode y la libertad aunque espante.
38 así… plena y libre.