Ya son más de dos millones los venezolanos que han huido de su tierra en los últimos años, de los que al menos 629 mil luchan por sobrevivir en diferentes lugares de Latinoamérica. Venezuela, aquel gran país modelo de desarrollo hasta finales del siglo anterior, es hoy una nación totalmente partida, dividida, desangrada: 6 de cada 10 familias tienen al menos un integrante que buscó refugio fuera de sus fronteras. Y los números siguen creciendo… La gran mayoría emigraron por la terrible inseguridad que viven en su país, pero también hay quienes lo hacen por decepción. Por desesperanza. Por desilusión. No existe la certeza de que la situación cambie, ni siquiera que mejore. No tienen futuro. La crisis es evidente, es real, tiene años sucediendo y nadie hace nada. Y cuando hablo de hacer me refiero a actuar con hechos, no con palabras. Sé que no hay mucho que podamos hacer desde acá, pero lo que sí podemos es manifestarnos, no quedarnos callados en un silencio cómplice que impide que se presione a la comunidad internacional y a sus líderes para que actúen, que se pongan los pantalones y judicialicen los crímenes de lesa humanidad que se cometen. La muerte […]
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Detrás de toda la indignación que podemos sentir por lo que pasa en Siria, aún hay personas que encuentran el valor para actuar y abrir sus brazos, su corazón y su casa a los refugiados.
Quiero que mis hijos crezcan en un país de oportunidades. Pero esas oportunidades no llegarán si vivo con miedo de emprender.
Nada será diferente en el país si seguimos aplaudiendo los discursos de los políticos y dejando solos a los periodistas valientes.
Ya no importa quién es el bueno y quién el malo. La gente muere a cada minuto en Siria, y el resto del mundo hipócrita solo lleva las cuentas.
Quizás creemos cada vez menos en las promesas de los políticos con experiencia. ¿Pero un presentador o concursante de reality tendrá la independencia para fiscalizar y legislar?
A las encuestadoras les decimos que somos inclusivos y pacíficos, pero a la hora de votar nos sigue moviendo el miedo y el prejuicio.